viernes, 1 de mayo de 2009

Aprender a montar caballo


Antes de Montar un Caballo

1. El tamaño, edad y temperamento de la cabalgadura deben ser adecuados para quien la monta.
2. La silla debe colocarse detrás de la cruz y debe adaptarse bien a la montura, haciendo que el peso del jinete caiga sobre los músculos del caballo y no en las superficies óseas.
3. Siempre se monta en el lado izquierdo, las riendas y la fusta se cogen con la mano izquierda.
4. La mejor posición es la equilibrada, o sea una combinación de estabilidad, elasticidad y presión suficiente de las rodillas para sostenerse, la parte alta del cuerpo erguida conservando la flexibilidad, y la cabeza ha de estar erecta y los ojos hacia adelante, los antebrazos con naturalidad y los codos relajados próximos al cuerpo. Las piernas quedaran paralelas a la cincha, los pies se apoyarón sin fuerza en los estribos, con las puntas dirigidas al frente y los talones bajados.
5. Para que el caballo comprenda nuestras ordenes, necesita disponer de distintas señales. Estas señales se denominan ayudas y pueden ser naturales o artificiales. Las naturales son las que realizamos con nuestro cuerpo (voz, peso, piernas y manos) y las artificiales son la fusta y las espuelas. Las piernas se usan para que avance, y las manos lo guían y controlan sus movimientos.
6. Para desmontar, se sacan al mismo tiempo los dos pies de los estribos, se inclina el cuerpo adelante y se pasa la pierna derecha por encima del lomo; se cae sobre las puntas de los pies, mirando hacia la cabeza de la montura.
7. Después de que un caballo ha trabajado mucho, hay que dejar que se enfríe antes de darle un trago de agua. Se le da una buena cepillada, se le saca la tierra de dentro de los cascos y se le limpia los ollares y los ojos con una esponja húmeda, luego se le frota con un trapo limpio para conservar el brillo del pelo.
8. Todo jinete sabe que un caballo responde más rápidamente si se le trata con cariño que a latigazos. Las caricias y los castigos pueden ser considerados como ayudas complementarias. Si bien, la utilización del castigo denota impericia por parte del jinete. La fusta y las espuelas son elementos de apoyo a las ayudas y no elementos de castigo. Todo jinete que azota a su caballo, está expresando de una manera violenta su incapacidad para transmitir a su cabalgadura lo que realmente quiere.

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